Los Echinocereus, con muy pocas excepciones, pueblan la mayor parte de las llanuras arenosas y pedregosas de los secarrales y yermos deserticos, compitiendo solamente con algunos arbustos esclerófilos y xerófitos, diferenciandose así de las Mammillarias, a las que, en bastantes casos se las encuentra en sotobosque o entre matorrales y hasta en pinadas y claros de bosques planifolios. Tambien se pueden considerar unas condiciones luminicas y termicas extremadas, mayores que las soportadas por otros géneros y una gran y prolongada xericidad.

Bajo mi punto de vista, eso significa traducido a su cultivo en maceta, un mayor grado de substrato mineral, una granulación ligeramente mas gruesa y, en el caso de incluir materia vegetal, que se halle ya en un proceso de mineralización y nunca de fermentación. Es preferible efectuar adiciones de acidos humicos o fulvicos en el riego, a arriesgar la posibilidad de un ataque fungico por culpa de la fermentación de la materia orgánica que, como digo, con la adición de ureas, aminoacidos y acidos se puede soslayar.

Como en Mammillarias y, dada mi procedencia del bonsai, utilizo tierras empleadas en ellos con muy buenos resultados. una mezcla de 40/60 akadama/pomice (arcilla japonesa preparada/piedra pomez de baja cristalización). En los casos en que nos sea dificil encontrar estas tierras, siempre podemos acudir a la arena de rio tamizada de 2 a 4 mm y piedra pomez normal. De todas formas, podemos añadir algo de arcilla o tierra de cultivo, bien mezclada para evitar el apelmazamiento y, repito, en caso de añadir materia orgánica, un mantillo o turba gruesa muy mineralizado y en no mucha cantidad.

Los riegos es preferible efectuarlos por la mañana o bastante tarde, al anochecer, con el fin de que durante el dia pueda secarse bien la superficie y el tallo. Con las salvedades del invierno (aquí en España), en que debemos abstenernos en absoluto de regar y protegerlos de las lluvias, pueden efectuarse con frecuencia, cada cinco dias por ejemplo, siempre que se dote de un substrato drenante como el descrito anteriormente y un abonado, en concentración muy baja (la mitad o menos de la que se aconseje en el envase) cada 15 dias durante la epoca de metabolismo mas activo (primavera y otoño, aquí en España).

Es conveniente o al menos así lo considero particularmente estar pendiente de dos sintomas muy significativos, a saber: 1- El substrato de una planta tarda mas en secarse que las demas y 2- A pesar de su aspecto normal, una planta se mantiene siempre igual y no apreciamos crecimiento alguno.

Tanto en el primer caso como en el segundo, desplantaremos con sumo cuidado la planta y le observaremos las raices. En el 90% de los casos, o no existen o están infectadas de cochinilla o se han secado por alguna causa y ello hace que no absorba agua la planta y tarde en secarse el substrato o no crezca por no poder absorver nada ante esas raices inexsistentes o inoperantes. En los dos casos habrá que trasplantar a una maceta nueva, con un substrato nuevo y, en el caso de la cochinilla, lavar por completo el cactus con un producto adecuado y especifico. Plantar de nuevo y durante una quincena no regar, pero si pulverizar diariamente una o dos veces con un agua destilada o de ósmosis o blanda.

Teniendo en cuenta la propensión de algunos Echinocereus a la podredumbre apical (son en general los nudas, inermis o poco espinosos), convendrá no regarlos (a ellos exclusivamente) por encima y menos con aguas de lluvia, pozos o rios que llevan en su mayoria toda clase de esporas patógenas y no patógenas. Evitar el causar heridas (hasta que caí en ello, forzaba a los frutos a caer o los arrancaba y ello me ha producido bastantes sinsabores y la perdida de parte de algunos ejemplares). El pulverizarlos de cuando en cuando con algún fungicida al uso es tambien muy recomendable.

La insolación debe ser la máxima posible, tanto en invierno como en verano y una orientación sur es por tanto la ideal

Las macetas, preferiblemente de barro cocido y siempre mayores de las que se emplean en otros géneros, ya que los Echinocereus crecen bastante rápido y llenan de raices las macetas en uno o dos años.

El transplante, en este caso, es menos necesario en ejemplares ya establecidos y maduros con, ademas, una maceta adecuada, resistiendo mucho mejor las raices durante largo tiempo, aunque rellenen las paredes, en una maceta de barro que en una de plastico y, en especial negro, en la que se queman a su contacto.

De cualquier forma, se trata de un género fuerte y resistente y a veces, por mucho empeño que pongamos en tratarlos mal, sobreviven y nos dan un expectáculo deslumbrante con sus llamativas flores y sus dulces y sabrosos frutos.....